UN VOLKSWAGEN AZUL EN LA CARRETERA
A lo lejos, puedo ver una gota de agua desde la hoja de un árbol, y se ha formado un charco al pie del mismo al caer gota tras gota. El sonido se reproduce en mi mente al cerrar los ojos: cómo rueda la gota en la hoja hasta caer, el sonido del viento aguantando la caída libre, el golpe de la gota al caer, y las ondas del agua que se forman. La vida se centra en solamente escuchar esos sonidos, y nada más. Abro los ojos nuevamente, ya es de madrugada, las cortinas abiertas me dejan ver que ya está por amanecer, y al girar en la cama te veo a ti, dormida, sonriendo, tomándome del brazo. Cuando intento acomodarme, y quito el brazo, frunces el ceño, te molestas conmigo aún cuando duermes, y te pregunto que ahora qué hice; pero a ti no te importa, te apoyas más sobre mi brazo, y ya no puedo dormir porque se adormeció mi hombro. Cómo me complicas la vida, mujer. Pero soy un hombre que no se va a dejar controlar, así que me muevo y me acomodo, ya estoy mejor, ya estoy libre, en esta rela