UN GATO
ME ENCERRARON EN UNA BOLSA DE COSTAL. Se había despertado de un sueño que había creado el mismo durante el sueño. Abrió los ojos lentamente para no asustarme, se movió en silencio y se puso frente a mi recostando su espalda sobre la cabecera de la cama, cogió el libro que había abandonado al costado de él que estaba leyendo antes de dormir, y se dispuso a volver a leer sin leer, pues aunque sus oj os estaban sobre las páginas de aquél libro, yo me sentía mas vigilada que nunca. Entonces me olvidé, sabiendo que no me olvidaron a mi, ni bien lo perdí de vista, atravesé el camino de seis pasos de gato hasta la cocina y miré desde abajo lo que había estado esperando durante el día después de lo que ya había saboreado antes de mi espera y antes de la espera de mi espera y la espera de la espera de mi espera; subí sobre una caja donde había vegetales, y volví la mirada a aquellos ojos entrecerrados que me vieron hace rato, lo pensé dos veces, pero no lo pensé bien, así que me encaminé...