Escritor Viajero en acción

Para mi hombrecillo: Tú, tierno hombrecillo que comienza a vivir en este mundo, sociedad que pide a gritos que crezcas y puedas enfrentarlo a una batalla donde cree ella que te derrotara enseñándote, mostrándote todo el glamour, vanidad, lujuria; que son sus únicas armas, para hacerte caer fácilmente por tu poca experiencia, no puedas salir de ello; por que sabe la condenada que no estarás preparado para tanta belleza ficticia. Pues lo que no sabe es que tienes como defensa o escu do la capacidad de pensar, razonar, y el instinto de percibir lo que es bueno y malo y porque primero, ante todo, tienes a Dios y a tus padres y a los que te aman. Tú, hombrecillo, que vienes con una esperanza y futuro que se convertirá en tu presente a medida que vas creciendo. Las enseñanzas de tu familia, aunque disfuncional, esta es una de las partes que te enseña incansablemente para que seas un hombrecillo capaz de vivir la vida sin ser sorprendido por tu destino, ya que tú eres tu destino y el úni...

¿Alguien más puede sentirse feliz con cosas tan simples, como un buen libro, como yo?  Puedo imaginarme un mundo sin dinero, viviendo con las cosas esenciales, nada más: casa, agua, comida, sol, aves, plantas, una hermosa mujer que llene mi vida de amor (si se puede...) y un estante generoso llenos de libros. Sueño con una casa en un lugar tranquilo, sin carros ni tanta gente; con una mesa y un par de sillas a la calle donde sentarme a tomar el té y con una lámpara, al caer  la noche, alumbrarme hasta que, de viejo, los lentes no me sean suficientes para poder ver. Quizá contemplar la puesta del sol con esa mujer, abrigados con una manta de cuadraditos y abrazados, esperar a contar las estrellas y decirnos: 'Oye, viejo, esas estrellas parecen una mariposa.' Y yo, mirándola: ‘Oye, vieja, ese par de estrellas parecen lo que siempre en mi vida quise.' Y besarle los ojos, la frente, el rostro, los labios... 'Oye, viejo, me gusta cuando dices esas cosas.' Probabl...