SE ME OLVIDÓ QUE TE HABÍA OLVIDADO, y te recordé.
Me había preguntado por qué de pronto te recordé, si ya te había olvidado. Entonces pensé, ya sé, aquella vez pecamos en semana santa, hicimos el amor por última vez. Y la besé toda, le acaricié el cuerpo, la sentí vibrar, su piel sudaba, y como un grito ahogado de desesperación, escuché dentro de su alma que me amaba, pero que entre los dos no se podría, porque tenía miedo y yo no era paciente. Lo he repetido hasta el cansancio, ¿no es cierto? Eso de que tenías miedo, pero ahora... Ella está bien. He sonreído en silencio, morena, por satisfacción al pensar en ello, de que estás bien. De pronto he pensado en todo lo que vivimos. Ya sé que no fue mucho, tal vez fue poco, si le contaras a alguien todo y le pidieras su opinión, a lo mejor te diga, ¡pero fue solo poco tiempo! Y, bueno, sería como si desmerecieran todo. A uno que otro alumno le he contado sobre ti, ¿sabes? Y me dicen, pero, profesor, ¿cuánto tiempo estuvieron juntos? Yo les dije que un año, no diez meses como en rea...