EL DIARIO DE UN PATINADOR: Día IX
Amigo diario, tengo que contarte una historia.
Al inicio de aquella hermosa relación, una que empezó, recuerdo, el mes de octubre; yo me entusiasmé mucho con la idea de tener por fin con quien compartir mis días. Nos conocimos de puro capricho del destino, sin planearlo ni el uno ni el otro: solamente se dio. Comenzó todo muy emocionante. Empezamos juntos a descubrirnos mutuamente, conocernos y explorar nuestras vidas apartes hasta antes de conocernos, y planeando juntos mil y un aventuras en un futuro compartido. Por su parte, pensó que podríamos conocer distintos lugares, viajar, explorar: un espíritu aventurero. Por mi parte, yo solo escuchaba sus aspiraciones con el corazón, anhelaba poder hacer todo aquello realidad, y por supuesto que yo sería su guía: el fiel vigilante de su vida.
Los primeros días juntos nos encaminamos a dar los primeros pasos de una relación que habría de ser la primera para mí y la más significativa, para ambos; y me atreví a caerme y levantarme con el entusiasmo de un niño que está dando sus primeros pasos. Nos enfrentamos juntos a las dificultades. Cayéndonos y ayudándonos a levantarnos. Buscamos por una que otra parte la solución a los distintos problemas que se nos presentaban, y poco a poco la relación iba madurando y encaminándose; abriéndose paso por entre los matorrales de los amores contrariados.
En cierta ocasión, para el mes de noviembre, tuvimos juntos nuestra primera caída. Una de esas caídas que amenazan con hacer caer todo lo que juntos se había logrado construir. La relación debía cortarse de inmediato para no salir lastimados. Sin embargo, no me rendí, a pesar del daño que me causó. Pronto nos arreglamos y decidimos luchar juntos otra vez. Era tan emocionante. Amistados de nuevo, con muchas visiones para el futuro, nos aventuramos a buscar una y otra vez el peligro en nuestros desenfrenos de amor mutuo. Juntos superamos tropiezos y nos incitábamos más y más a buscar mucho más. Nos atrevimos a bajar a toda velocidad y sin frenos empinadas grandes, y felices juntos lo superamos. ¡Notas lo hermoso que suena la frase: 'juntos lo superamos'!
Así se dio esta relación que habría de llevarlo hasta entonces, ahora, en mi corazón. Pero antes de regresar a mi presente, sigo contándote lo que continúa de esta historia.
Recuerdo que en el mes de diciembre, a pesar de ciertas dificultades, también lo superamos juntos prometiéndonos amor, amor, por todas partes. Poco a poco íbamos a perdernos después en algún laberinto creado por nosotros mismos. Hubo caídas y tropiezos para el mes de enero. Nos separamos por un tiempo para analizar nuestras opciones y asegurarnos a ambos que era de verdad lo que queríamos los dos: estar juntos. No hubo muchas oportunidades, a decir verdad, y cuando se pensó que todo iba bien, de maravilla, fenomenal, sin igual; en un abrir y cerrar de ojos todo se fulminó. Pasó muy rápido, a decir verdad, sin opción a realizar un contraataque que nos salve de la caída. Algo se nos cruzó en el camino, y en una falsa maniobra, juntos nos lastimamos el uno al otro. Yo no pude volver a pararme en aquel momento, fue la peor caída de nuestra historia. Tuvimos que dejar que pasara un tiempo para poder volver a intentarlo. Quisimos, de verdad que lo quisimos, y lo intentamos, tratamos de sacarle el jugo de nuevo a las naranjas secas, pero ya no se podía, porque ya estaban secas. A duras penas, con una o dos gotas, nos tomamos las últimas vidas de este amor, aunque ninguno de los dos estaba listo para iniciar de nuevo la aventura en busca de un excitante camino. La última vez que estábamos juntos, aunque pareciera que no, yo cojeaba pero seguía tratando de seguirle el ritmo. Sin embargo, el amor ya no estaba al cien por ciento, pues se adelantaban los propósitos de uno con respecto del otro, y la armonía, las mentes unidas, el amor y complicidad, se esfumaron para siempre.
Ahora, en mi presente, aunque quisiera volver a intentarlo, dejar mi orgullo y mi desidia, aunque estuviera en la cumbre del optimismo y las buenas vibras, ya no se podría hacer nada para salvar esta relación, pues al contrario de mí, ya no puede volver a intentarlo, ya no tiene la convicción de seguir. Y aunque sé que aún me quiere, tal vez más de lo que cree que me quiere, se ha resignado a su suerte, conformándose con lo que le ha tocado ser, siendo un esclavo del capricho del mundo.
A todo esto, los dos estamos relativamente bien. Aún tengo pensado llevar siempre en mi corazón aquel primer amor, cuidar su recuerdo y de ser posible también su vida, porque me importa que siga con vida, porque amé estar los dos juntos, porque me hizo feliz, y porque me hizo entender, al final, quizá, que pudo esto ser lo mejor que nos haya pasado a ambos, y que a pesar de las historias que tuvimos por separado, las historias que vienen para más adelante, estarán por siempre marcados por nosotros: el antes y el después.
Siguiendo los consejos de la conversación última que tuvimos, encontraré y dejaré entrar con tanto entusiasmo o más, un nuevo y delicioso amor. Buscaré ser feliz porque así me dijo que quería que yo estuviera: feliz. No olvidaré sus palabras, aquellas que no escuché con los oídos sino con el corazón: 'Yo solo quiero que seas feliz'.
Pero antes de terminar esto, mi querido amigo diario, quiero hacerle saber, otra vez, a los principales protagonistas de esta historia, que yo siempre los amaré, Tom y Jerry, mis bellos primeros patines.
![]() |
| Tom y Jerry <3 |
Amigo diario, espero te haya gustado mi historia. Los rieles se habían doblado mucho en la última caída y ya no pude usarlos en un cien por ciento. Hoy, 7 de marzo, los rieles se abrían a cada impulso, o patada, que daba para avanzar. No pude llegar a la ruta de los lunes. Oficialmente ya no dan para más. Pronto me compraré otros patines, en el mes de abril, y haré con ellos una nueva y excitante historia, llena de felicidad, como ellos me lo pidieron. Y mandaré a arreglar a Tom y Jerry.
Además, te cuento que me ha gustado mucho una mujer, su nombre es Ámbar. Es tan deliciosamente encantadora... La voy a conquistar, ¡y después te cuento!
Saludos. Hasta la próxima, amigo diario.

Comentarios
Publicar un comentario
No te olvides compartir :) ¡Saludos!