LÉELO HASTA EL FINAL

Estaba pensando en cómo volver a iniciar una conversación... después de... o sea... después de lo que pasó. Me es difícil pensar en llegar y decir, 'Hey, ¿qué tal? ¿Quieres quedarte con algo más que me pertenezca?'. Es que no lo olvido. Es como si me hubieses robado, y me siento ofendido. Rayos. 
A veces, los amigos que te conocieron, me preguntan sobre ti, y les digo, 'Ya empiezas con tus huevadas...'. Y lo peor es que lo digo aún a sabiendas de que esa frase me recuerda a ti, no porque solías hacer una que otra huevada como de costumbre, sino porque usabas esa frase conmigo y contigo. Esa cualidad tuya de reírte de todo. Pensar que eso me gustaba de ti. Que me siguieras y yo te siguiera la corriente para todo, jugando todo el tiempo y queriéndonos. Eso. Queriéndonos. Así se empieza siempre. Amor, amor, por todas partes. Tanto que enferma, aburre, jode, al mundo. Pero nos chupaba un huevo, éramos felices. Me esforcé, y sabes de primera mano que lo hacía. Esas noches donde salía a buscarte, y nos sentábamos en aquel parque a conversar, a contarnos cosas. Esa noche en que te dejé hablando sola, o mejor dicho, te pedí que hablaras sola, quería escucharte, y de la nada comenzaste a llorar. Sabía que tenías un montón de cosas que no dijiste antes, y quería escuchar. Era divertido amarte. Amaba todo de ti, señorita Aliaga. Tu sonrisa, tu grandes ojos, tus dedos delgados, tu piel tersa, los bellos de tus brazos, el sabor de tu sexo, y tu boca en el mío. Aquella noche donde te quedaste a dormir conmigo, después de terminar mi tarea a media noche me acerqué detrás de ti, te abracé, te besé el cuello, me acerqué más a ti, acaricié tu cintura, sentí que, aún dormida, te acomodabas a mí, toqué tus senos, te mordí la oreja, respiré hondo por encima de tu sien, y sin procurar despertarte te desvestí, poco a poco. Te puse boca arriba, te besaba el cuello, empezabas a responder mis besos, y tus manos buscaban por mi entre pierna... Pues ya tú sabes el resto. Fue la mejor noche de las tantas que tuvimos. Aún recuerdo tu voz suplicando por más, ese temblor en tus caderas, el jadeo como llorando, 'ay, mi amor, así... dame más'. 
A veces te encontraba en casa cuando llegaba del trabajo, y me esperabas con la comida hecha, el refresco, y la ensalada. ¡CÓMO TE AMABA! Siempre te lo agradecí. Cocinas rico, por cierto. Ojalá leyeras esto, Sasha... Tuvimos buenos momentos, pero lamentablemente dejamos que los problemas fueran más grandes. Sigo creyendo que el tiempo que te pedí debió haber sido más de tres días, pendeja. En serio, debes ser bien PEN - DE - JA si a los tres días me envías un mensaje diciéndome, 'dime si vamos a seguir con esta relación, sino para no estar perdiendo el tiempo'. O sea... Ese momento pensaba, 'Hey, Sasha, ¿qué hubieses pensado si cuando empezaba a invitarte a salir te hubiera dicho, 'Sasha, dime si vas a querer estar conmigo, sino para no estar perdiendo el tiempo'?'  No sabía qué decirte, simplemente dejaba que me dijeras todo lo que querías decirme. Tratar de esperar a que lanzaras toda la mierda que tenías encima y también esperar a que en algún momento te canses y por fin esto se acabara. Dejarte de hablar. Esperar a que te calmes y yo también calmarme y volver a conversar. Pero a la semana te veo saliendo con otros tipos. Vete a la mierda. Dijiste que no harías lo que ella hizo conmigo, lo que Jhoselin hizo conmigo, cambiarme a los dos minutos con el primer pendejo que se la quiera coger solo para hacerme molestar. Pues te pelaste, flaca, porque ya había pasado por eso, y ya me chupaba un huevo. Si pude superar a Jhoselin, contigo me iba a reír por dentro. Ojo, por dentro, porque de todos modos, aún conservo el pudor. En fin, tonterías. Continué con mi vida normal, hasta la noche en que me llamaste. ¿La recuerdas? Lo reconozco, te contesté del asco, y luego lo pensé mejor y quise devolverte la llamada para pedirte disculpas, pero eras la más resentida punto com. Que si tú me haces esto, yo te hago peor. Ag. Lo conversamos alguna vez. Al igual que aquello de salir con alguien más al siguiente día de terminar. Tuvimos las conversaciones respectivas para prevenir, pero te olvidaste de ellas. En fin, ese día que me llamaste estaba con una amiga en una fiesta, y no estaba disfrutándolo porque empecé a recordarte, y ella era bien atenta conmigo, me abrazaba, me acariciaba, me hacía parte de sus amistades y etcétera y etcétera; y estaba molesto contigo porque por pensarte no lo estaba disfrutando. Por eso cuando me llamaste... pues... Ya tú sabes el resto. 
Te extraño de vez en cuando. Mejor dicho, cuando no tengo nada que hacer. Ya va a ser un año en que te conocí, y hace cuatro meses que no te he vuelto a ver. Quise escribirte en tu cumpleaños, pero, como inicié este escrito, no sabía cómo empezar la conversación. Tampoco he vuelto a tener algo con alguien. Tal vez he salido con una u otra chica, y ojalá hubiesen demostrado ser ellas mismas, sin poses... Eso era lo bueno de ti. Eras bien pendeja, y no parabas de demostrarlo aunque procuraras ocultarlo. 
Quisiera volver a verte, pero estoy seguro que en ese momento tampoco sabría qué decirte, y tampoco sé si te contestaría cualquier cosa. 
Nunca quisiste leerme, o nunca noté tu interés, así que eso me decepcionaba un poco, pero pensaba en que tal vez en algún momento te entraría el gusto aunque sea por cumplir. Bueno, de todos modos, tú te lo pierdes, porque no leerás esto que te he escrito. 
Y, si por si acaso, esa chiquita morena de ojos pequeños, sí, tú, Jhoselin, vuelves a leer mis cosas, quiero que sepas algo... Algo que ya debiste haberte dado cuenta también tú: Ya no te amo. Y estoy seguro que tú tampoco me amas. Y, ojo, esto también incluye eso del 'ya no te quiero'. 

No tengo ganas de nada. 

Seguiré con mis proyectos de vida.



Esa foto... Nos gustaba a ambos.



Esa me gustaba a mí.

Y lo que sigue es un video muy divertido. También tengo el de Rúpac... En algún momento lo compartiré.




Buenas noches.

Buenas noches, Sasha. Fui feliz contigo, y de verdad te amé, pero la tuvimos que cagar. 

Así entre nos, me llega al pincho que también tenga que cargar con la culpa, por tu culpa. 

Tú la cagaste.

Comentarios

Entradas populares de este blog

ISABEL

CREO QUE YA TE FUISTE, Y NO ME AVISARÁS

CONVERSACIONES