CONVERSACIONES: MOTIVACIÓN

No te estás sintiendo bien ultimamente, ¿verdad?

- No muy bien, pero ahí vamos.

¿Por qué no, eh?

- Si lo preguntas de forma general, es por causa de asuntos de la familia que no he podido resolver. Creo me están afectando.

¿Y cómo tendría que preguntar para que sea de forma más precisa?

- No me expliqué bien. No era general, era personal. Por otro lado, creí que te referías a que podía estar sintiendo dolencia física al relacionarlo con mi visita al médico.

Pues ni me acordé de ello. Disculpa la sinceridad y lo distraído que ando. Por cierto, ¿qué mal te aqueja?

- Jajaja, dime, ¿a qué vino la suposición acerca de sentirme mal?

Pues creo que fuiste muy explícita diciendo "No muy bien, pero ahí vamos".

- No, antes de eso, ¿o solo preguntaste al azar?

Ayer dijiste que estabas triste. La tristeza deja secuelas. Además, muy poco me sueles contar de cómo te sientes y como lo has hecho, supongo que estás mal. Además, la foto bajo la lluvia. Incluyendo el hecho que estás mal de salud, al parecer... Todo eso influye a como que se me hace que estás vulnerable.

- Lo último me dio gracia. Jajajaja, me sentiré indefensa. (?)

Sí, pero te hago reír y eso te salva de caer al abismo.

- Eso es bueno.

Entonces, ¿me cuentas o nada?

- Pues  mi papá está enfermo pero no se ha podido diagnosticar qué tiene. Faltan hacer unos exámenes más, pero son un poco caros. Por otro lado, estoy buscando un trabajo de medio tiempo cerca de mi casa para cubrir las deudas que tenemos. De nuevo los estudios y el proyecto de tesis... siento que me quita tiempo, el cual podría utilizar para apoyar a la casa.

Aaahhh, carambas. Hace poco, no sé si te sirva, tuve que tomar una decisión. Era difícil a decir verdad, porque me quería salir del seno de la familia y poder mantenerme solo o al menos en las cosas básicas (ya que mi madre me solventa los gastos). Pensaba, "Tengo casi 22 años y sigues mamando teta, José, no jodas."  Cuando vi mi nota de ponderado en la universidad, me emocioné porque a parte de ser una nota alta, me di cuenta que podía alcanzar a mis amigos, pero tenía que trabajar y no me alcanzaba el tiempo para estudiar todos los cursos y ponerme al corriente en los que me atrasé. Tomé un papel y lo dividí en dos. Arriba, donde se suele colocar la fecha, puse un título grande: "Toma una decisión."
En la parte superior de la primera división puse: "Trabajando". En la parte inferior: "Sin trabajar." Hice mi horario en la primera parte y vi que solo podía llevar tres cursos. En la segunda mitad hice mi horario otra vez y noté que este tenía seis cursos, hasta siete si ampliaba créditos. Entonces pensé. En la parte de abajo, muy abajo, puse una interrogante: "¿Qué es lo que quieres?" Me respondí. Entonces en el primer horario empecé a poner una especie de tabla de ventajas y desventajas. La llené con toda mi cruda realidad y sinceridad. En la segunda parte también. Volví a ver mi respuesta y elegí una opción. Luego de elegirla hice un apartado y puse de título: "Cómo lo vas a lograr"; de subtítulo, "Cosas que tendrás que hacer." Hice un listado de todas las cosas que tengo que hacer para poder sobre llevar esa decisión. Luego de ver que era posible y que era lo que de verdad quería, puse en marcha todo. Al final, grande, escribí: "SEA CUAL SEA LA DECISIÓN, TENTE FE, NO TE LAMENTES, NO TE DESANIMES, TÚ PUEDES, PON PECHO FIRME, TÚ TE PONES LOS LÍMITES; y, por sobre todo, NO DEJES DE CREER EN TI."
Bueno, ahora llevo cinco cursos porque al final me equivoqué, jajaja; y trabajo en un lugar donde me dan comida gratis y me dan una propina extra. He enviado 200 soles a mis hermanas para que paguen la cuenta que mi madre debe y me sigue manteniendo ella, aunque lo que no sabe es que el dinero que me dio se lo envié a mis hermanas. Ahora lo que me queda es seguirle el ritmo y ponerme a estudiar que no me conformaré con solo alcanzar a mis amigos, sino hacer que más adelante ellos traten de alcanzarme.

- José, gracias por tu tiempo para compartir tu experiencia conmigo, lo aprecio. Tomar una decisión no es fácil, pero si uno toma papel y lápiz todo es mejor. Tal vez no esté con el mejor ánimo.

Lo que trato de decirte es que en ves de lamentarte las cosas que te pasan, búscale una solución, todas las que puedas, ármate de valor y toma una decisión. No importa si te equivocas, no dejes de creer en ti.

- Entiendo eso. El lamento no soluciona las cosas sino un plan de acción. Lo pondré en práctica.

Y no olvides el humor. Sé que es difícil, te lo digo porque sufro yo también, pero lo bueno es que tengo cerebro de pollo y me olvido rapidito y vuelvo a reírme. Pero al ratito recuerdo y lloro; sin embargo, lueguito me olvido y río, y así, y así, así. Así que cambia de foto y piensa en lo que, en mi corta experiencia, te aconsejo.

- Gracias. Por cierto, lo de la foto cuando lo mencionaste me di cuenta hace días que la tengo y creo que hoy lo cambié de manera inconsciente.

Estás triste, es eso. Deja ya de estarlo y busca ser feliz como una perdiz.

- Jajajajaja, está bien.

Podrías intentar lamerte el codo, para empezar. Es divertido.

- No, eso no. 

Jajajajaja, bueno, era solo una idea.

- Jajajajaja, ¡Tus ocurrencias!

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