ALGO NUEVO QUE TE VA A GUSTAR
A las tres de la madrugada me encuentro frente a la puerta de tu casa, con la casaca amarrada a la cintura, y quiero tocar fuerte y gritar tu nombre, esperar a que salgas buscando callarme, y mientras miras al rededor cuidando de que nadie nos vea, te suelte algún discurso improvisado en la que te digo mil y una veces más lo mucho que te necesito. Abrazarte y balbucear como pueda que te quiero... Te quiero. Cuatro días antes. Tuve ciertas complicaciones después de esa noche en el techo de mi casa. Cogí un resfriado. Entre jugar con mis estados de ánimo, los buenos y los malos, escogí estar de buenas sin importar nada de nada. Retomar mi estilo de vida de hace unos meses, practicar más deporte, hacer mis tareas, trabajar con mucho más ganas, y buscar ser de ayuda con las personas que la necesiten. Así fue como empecé a jugar. Cogí un limón, lo atravesé con una aguja, lo amarré a una pita, lo colgué a mi cuello y lo cubrí con la casaca. Fui al trabajo, hacía calor, los muchach...