UN SEGUNDO MAL POEMA
Misha juega.
Juguetona.
Traviesa.
¿De qué no podemos hablar?
¿De vida? ¿De trabajo?
¿De amor? ¿De sexo? ¿De pecados?
¿De amigos? ¿De enemigos?
¿De libros? ¿De ciencia?
¿De religión? ¿De política?
¿De amantes?
¿De girasoles?
¿De gatos?
¿De ingenieros?
¿De fotografía?
¿De cortometrajes?
¿De qué no podemos hablar?
Siempre me has dicho que de alguna forma me quieres,
si no no podrías explicar por qué te aguantas los pedos.
¡Graciosa!
¡Sueños que son amor!
Gerson,
así se llama, ¿no?
Te tiene loca,
te tiene 'darks'.
Viaja conmigo.
Salgamos de viaje,
no digas que no puedes,
que tienes que arreglar tu cuarto.
Dime que sí,
que te dejarás grabar en la intimidad,
que me pedirás golpearte la piel redonda de tu trasero,
esas nalgas tostadas;
esa partesita tuya que juega con mi mamut,
la venosa,
la vara del poder,
el chupetín negro,
la cabezona,
¡como quieras llamarla!
Atórate,
practica bulimia,
boxea con los dedos,
que me duela,
que me excite,
que me guste.
¡Pídeme todo aquello!
Que te diga cosas sucias,
gata roñosa,
gata miau,
gata en celo.
Que te diga cosas dulces,
Misha, mishita,
musa felina,
ronroneo de mar.
Tienes mis peores poemas,
mis ardientes pensamientos,
mi desviada atención.
Eres la musa,
la musa de otro,
la musa de aquel otro,
y yo me sirvo de las sobras.
No eres mía,
tampoco soy tuyo,
solo me tienes atento a ti,
solo ahora y por un tiempo más.
No eres de nadie.
No quieres nada.
Solo de mí te pertenece lo que puedo darte.
Comentarios
Publicar un comentario
No te olvides compartir :) ¡Saludos!