NUESTRA CANCIÓN, LOLITA

Señorita, buena noche, ¿cómo está? ¿Es de noche por ahí? Espero que cuando lea esto sea de noche. De pronto he pensado en usted, y en una vieja canción que volví a escuchar de casualidad. No pude evitar conectar ese pensamiento con otro del pasado, y ahora mismo digamos que me siento vulnerable. Le quiero contar, señorita, que ya deseo conocerla, que no aguanto ya las ganas de tenerla conmigo, que salgamos a vivir aventuras tan grandes que ni se las imagina, nos sentemos a leer un libro en un parque, que me permita comprarle un globo del color que usted prefiera, y que comamos algodón de azúcar por la calle, tomados de la mano, o quizá como siempre lo soñé, yo con las manos en los bolsillos de mi chaqueta, y tú sujeta a mi brazo, con la frente en alto, orgullosos, únicos, reyes de nuestro reino, esclavos de nuestra felicidad. Señorita, yo la imaginé con el cabello lacio y los ojos negros, muy negros, las manos delgadas pero firmes, con una mirada de esas que se pierden en el vacío, pero que se llenan de ternura cuando me mira a los ojos; y discúlpeme la osadía, imaginarla no es mi derecho pues su divinidad es incuestionable. Usted será mi señorita, y yo su joven. Si por algún motivo nos vemos en la calle y no nos reconocemos, no desespere, no lo haga, ¡por favor tan solo tenga un poco más de paciencia! Ya pronto nos veremos frente a frente, ya falta poco para mirarnos a los ojos, ya falta casi nada para tomarnos de la mano y caminar empujándonos por la calle, no se vaya con otro, quédese sola un rato más que ya estoy en camino, no se pierda esta oportunidad de estar conmigo, no lo haga, no me deje solo, me estoy volviendo viejo y necesito a alguien en quien confiar. Estoy pensando en muchas cosas que podríamos hacer juntos, algunas ya las estoy viviendo para poder saber cómo es y hablarle al respecto, estoy viajando más seguido, ¡me gusta viajar! ¿Te gustará viajar? ¡A quién no le gusta viajar! Conoceremos juntos muchos lugares, las haremos nuestras, y cuando nos extrañemos el uno al otro, visitaremos ese lugar que solo tú y yo conocemos, un lugar donde dejemos nuestra huella, un lugar donde nuestras iniciales estén marcadas e imborrables en nuestras memorias. He visto piedras que forman un nombre, he visto árboles tallados a mano, he visto marcas sin iguales en lugares inexplorables, ¡¿Y si escalamos juntos a la cima del Huascarán y dejamos algo nuestro?! Estoy delirando, discúlpeme, señorita, debo tener en cuenta sus ganas también, ¿no es cierto? Quizá voy muy rápido, quizá soy muy meloso, pero esto es solo porque justo ahora mismo estoy emocionado, y me excito, me siento poderoso, todo lo puedo lograr, ¡Soy indestructible! Este fin de semana conoceré por fin la nieve, y comenzaré a estudiar, y me reuniré con mis amigos, e iré al hospital en pijama, será divertido. ¿Por qué no apareces pronto para poder hacer estas cosas juntos? Oiga, señorita, usted es esa chica que quiero conocer. Usted es esa chica que afirma leer todos los días mis escritos. Usted es esa chica que ama escribir tanto como yo. Usted es esa chica que estudiará lo que yo quiero estudiar, Literatura. Usted es esa chica a quien le dedicaré mis mejores poemas. Usted es esa chica que será parte de mis locuras. Usted es esa chica que será la protagonista de mis siguientes historias, mi heroína. Señorita, sí, es usted, Lolita, usted y nadie más. ¿Quiere más pistas? Siga leyéndome, pronto lo descubrirá por si aún no lo ha hecho. Solo quiero que sepa que la quiero, mejor de lo que nunca quise a nadie más, más de lo que quise alguna vez a mi pasado, y no sabe el gusto que me da haberme fijado en usted. 

Le dejo esta canción que ando escuchando por acá, para que cuando lea usted de nuevo este humilde blog, se vaya aprendiendo la letra de la canción y la cantemos juntos en alguna de nuestras largas caminatas. No olvide que siempre pienso en usted, Lolita. Si va a dormir, abríguese bien, aunque de todos modos mis pensamientos le darán calor desde donde estoy. Le pediré al viento que le susurre un te quiero al oído. No olvide sonreír cuando lo oiga. Duerma bien, señorita mía. La quiero mucho.

Para Lolita.