UNA VERDAD, SOLO UNA
Hoy es octubre, lo sé porque no puedo dormir, otra vez.
Miro al suelo, busco tus pisadas, ¿dónde estás? Hay una premonición que me rugue el viento al oído, pero no logro entenderlo. ¿Qué me estará diciendo? Es de madrugada, me desperté mencionando tu nombre, y luego un 'ella está acá'. Te sentí. ¡No puede ser cierto! Solo son unos kilómetros la distancia que nos separa, ¿pero por qué me duele en el corazón esa distancia? Me preocupa lo que tengas en la mente. ¡Un remolino de emociones! Debo calmarme, debo mantenerme firme, ya lo habías practicado antes, José, hiciste un montón de simulacros, te recostabas, prendías el simulador, y echado, desde tu cama, mirabas el techo, un sin fin de sentimientos y pensamientos que flotaban, un montón de sucesos, posibilidades. Observabas tranquilamente cómo iban meciéndose todos esos sueños en aquel cielo.
Me he levantado un rato, he prendido la luz, busco tus huellas, tus pasos, uno tras otro y otra vez, uno tras otro, colocando y sobreponiendo capas de ti. ¿Dónde te metiste? Juego al detective por aquí, y eres el caso que no puedo resolver. Aún recuerdo el sentimiento, tu voz al decirme, 'han pasado dos años'. Y es cierto, dos años, y falta uno más. Te dije que puedo esperar, y eso hago, ¡mírame! Acá estoy, como antes, queriendo ser la mano que acaricie tu flor, esa mano que quiso cambiar un marchito pasado de máximo esplendor y devolverte la hermosura en los comienzos de tu madurez. Metí la pata, lo sé. Ahora mismo no sé si hago lo mismo, quizá más adelante me dé cuenta, ya sabes que a uno siempre le llega la sabiduría cuando menos lo necesita. Ojalá no estés buscando cosas ambiguas, la confusión puede ser fatal para ti, ¿y si lo estoy haciendo mal? ¡Oh por todos los cielos! ¡Que alguien me diga si estoy haciendo las cosas mal, por favor! No quiero dejarte ir esta vez... Solo quiero que ella vea su propia verdad, le estoy dando la palabra, no necesita que la guíe, solo que la vigile por si acaso esté haciendo algo malo, ya le había hablado antes de esto, dejaré que ella tome sus decisiones, que en lo posible trataré de no interferir, y que solo si es necesario intervendré, ¿pero cómo sé cuándo debo hacerlo? ¡Es tan fácil decirlo! Pero solo existe una respuesta si se trata de la verdad.
Te puedo cargar, ahora te puedo cargar. He trabajado el cuerpo lo suficiente para poderte cargar. Creo que ha aumentado la medida de tus lentes, ¿ya no ves? Igual te querré si quedas ciega, morena. Seré tu fortaleza. Mis hombros representarán tus esfuerzos, tu destino. Estoy esperando pacientemente, a ti, mi mejor viaje, mi mejor montaña, mi mejor viento, ese viento de esperanza que susurra a mis oídos que todo estará bien. Necesitamos solo confiar en las vibraciones de nuestros cuerpos al sentirnos juntos, como cuando cuelgas tus brazos a mi cuello y apegas tu cuerpo al mío y nos besamos bajo la luz de los postes y en las esquina de tu casa. No te pedí un beso con amor, pero los sentí. Aún te aferras a mí, como yo a ti.
Esas huellas que vas dejando son una ilusión. Tú vives tu vida a tu manera. Yo estoy en esto por ti. Yo estoy en todo, por ti. Cuando se dé la oportunidad, todo te lo transmitiré, intercambiaremos mentes. Todo lo que sé, tú lo sabrás; todo lo que sentí, tú lo sentirás; todo lo que te amé, tú te amarás. Soy tu guardián, soy tu vigilante: EL VIGILANTE DE TU VIDA.
Así que recuerda, solo existe una respuesta si se trata de la verdad, existe una respuesta que nos conecta con la eternidad, estoy seguro de eso. Entonces, ¿cuál es nuestra verdad? Han pasado dos años, al menos una pista debes tener, pero de todos modos aún tienes un año, y aún me tienes a mí.
Me han gustado algunos fragmentos.
ResponderEliminarTe sugiero revisar la ortografía
Me disculpo por eso. Espero haber corregido todos. Gracias por leer, saludos :)
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