COSAS QUE SOLO YO ME ENTIENDO

En una de las conferencias que asistí hace poco, comentaron acerca de un sistema de péndulo invertido. Tan solo escuchar su explicación me puso los bellos de la piel de puntitas y todos mis sentidos se dirigieron a tratar de entender el funcionamiento del sistema y a las tantas conjeturas que me formulaba para su fabricación. La idea ya estaba dada, lo único que me faltaba era ingeniármelas para poder armarlo.
Un péndulo invertido es un péndulo común y corriente, pero... invertido. Es redundante, lo sé, pero la dificultad del sistema está en mantener el péndulo en noventa grados con tan solo equilibrio. En términos que se pueda entender, una idea gráfica y casi cotidiana, un ejemplo sería cuando tratas de mantener parado un palo de escoba sobre tu mano evitando que se caiga. En el intento por lograrlo, si el palo va hacia adelante, tu mano también irá hacia adelante, y, en cambio, si el palo va hacia atrás, tu mano también irá hacia atrás; todo con el propósito de seguir manteniendo el palo de forma recta sobre tu mano. Con esa idea nos vamos a la fabricación de un sistema que haga lo mismo, pero con un péndulo de aluminio, por ejemplo, debido a su bajo peso y su fácil ubicación de su centro de gravedad. Unido a un carro pequeño, este hará que el péndulo oscile, sacándolo de su estado de inercia debido a la gravedad, para colocarlo de manera recta hacia arriba. La gran pregunta es, ¿cómo lograrlo? Primero se me ocurrió que debía utilizar una pista muy larga en la que colocado el péndulo en estado basal, debido a la enorme velocidad de mi carro, este péndulo se pondría en ciento ochenta grados con respecto al suelo, para después activar un circuito auxiliar con programación y hacer que el péndulo se ponga de forma recta sobre el carro y con respecto al suelo. Una idea muy poco eficiente, a decir verdad, pues después se presentó otra idea en la que hacía que el péndulo oscilara debido a que mi carro también oscilaría en la pista; es decir, iría a la derecha cierta distancia, para luego regresar a la izquierda otra distancia con respecto al punto inicial, y así provocaría una oscilación. Aquello dependería de la masa de mi péndulo, de la masa del carro, el centro de gravedad ubicado en dichos cuerpos, la fuerza de rozamiento del suelo, la estructura de mi carro (llantas, geometría, etcétera) y, finalmente, la velocidad del carro. Supongamos que el péndulo logre oscilar con éxito y haya llegado a diez grados de aproximación para estar completamente recto. Entonces, en ese momento, se activaría mi programación, se activaría el circuito auxiliar el cual haría que el péndulo se colocara recto con respecto del suelo. El carro buscaría siempre estar en equilibrio con el péndulo evitando así que este se caiga. No importa qué golpe le diera o qué desequilibrio le provocara al péndulo, el carro buscaría el punto exacto de equilibrio para que el péndulo evite caerse. Y listo, ese sistema tenía que idear. Tengo que idear. Ya he visto modelos y ya me explicaron algunos, y tengo la confianza de que lo lograré. Sin embargo, vi cosas maestras y explicaciones sin igual. Me hablaron acerca del péndulo doble invertido. El mismo sistema, salvo por el hecho de que hay dos péndulos unidos. ¿Se imaginan hacer aquel sistema y lograr que los tres elementos que participan estén en equilibrio gracias a una programación? Pero eso no es todo, también me hablaron de un péndulo triple invertido. ¡Por Dios! Primero intentaré hacer el más simple, después ampliaré mi conocimiento. Por lo pronto, como siempre lo hice, primero lo pienso, luego lo ejecuto. No sé por qué aquel último pensamiento me trajo un extraño recuerdo. En fin, este congreso de ingenieros está interesante. Mañana iré a hacer una visita técnica. ¡Estoy tan emocionado!
Ya me voy. Se cuidan. Les prometo escribir más de cosas que suelo escribir y no estas cosas que ni se entienden. Lo bonito es que yo sí me entiendo y ojalá que alguien más lo haga. Por cierto, gracias Ámbar, tenías razón, estos zapatos que me hiciste comprar están geniales, pero el pantalón se ensució rápido, ¡te dije que escogieras un color que no se manchara porque no me gusta lavar! Me gustó volver a verte, eres de las pocas personas que quiero volver a ver. Ojalá tal vez cuando regrese a Lima nos volvamos a ver. Bueno, ahí vemos. Te cuidas. 

Comentarios

  1. jajjaja... aprenderás a lavar...!!!! :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ámbar, Volví! Te quiero ver para darte mi pantalón para que lo laves, jajaja. O al menos para que me enseñes *-* Gracias por leerme. ¿Me entendiste? Jaja. Un beso!

      Eliminar

Publicar un comentario

No te olvides compartir :) ¡Saludos!

Entradas populares de este blog

ISABEL

CREO QUE YA TE FUISTE, Y NO ME AVISARÁS

CONVERSACIONES