CAMBIO DE FRECUENCIA

Hay momentos en que... no sé, llego y pienso que todo va a salir bien, y me pongo a mirar el cielo, miro las nubes, les doy forma, y vivo en esa realidad creada por mí. Las personas caminan a mi al rededor sin siquiera mirarme, no se dan cuenta que estoy aquí. ¿Seré invisible? Una niña come su helado, es muy bella, su cabello es ondulado, y lleva unos zapatos con luces... ¡Apuesto a que chillan! Helados... A mí me gustan de chocolate. Escucho el sonido de una guitarra mientras escribo. Yo tengo una guitarra, no sé tocarla. ¿Por qué la tengo? No es suficiente... nada es suficiente... Nadie acepta las cosas como tal. 

Una vez, hace mucho tiempo, pensé en Dios, era de noche, muchas personas habían corrido a la pista que cruzaba el cementerio, y a la mitad de todo, en medio de la oscuridad, había una mujer muerta, descuartizada... Fue el primer muerto que vi, sus ojos abiertos en dirección a mí, mirándome, su boca semiabierta, sangre saliendo de su nariz, y desnuda, sin brazos, sin una pierna, con un corte enorme en el cuello... Dije, ¿esto es verdad? ¿Cómo permites esto, Dios?

Hecho la cabeza para atrás. No pienso nada. Miro un grupo de palomas cruzar el cielo. Pienso en ella, ¿por qué? Cambio de frecuencia. Ahora que lo recuerdo, quiero ir a París. Me da mucho coraje que esto pueda ser solo un sueño, que nunca lograré poder ir a esa ciudad, al país de Francia... Ojalá no muera sin ir antes a París, después de eso, ¡todo lo que quieras, vida! 

Me gustaría poder escribir un libro, también, al menos uno. Un hijo, eso también. Por supuesto que con una mujer que quiera compartir cosas conmigo... Vuelvo a pensar en ella y en lo que no fue. ¿Por qué? Cambio de frecuencia. 

Solo esas tres cosas: conocer París, escribir un libro y tener un hijo con una hermosa mujer, y seré exitoso en mi vida, habré hecho todo lo que me propuse... No me interesa una carrera, no me importa el dinero, ni el poder; son cosas secundarias. Solo quiero esas tres cosas. Antes solía pensar en la mujer que amaba y que todavía no conocía, pero podía imaginarla, podía pintar con mis pinceles un cuadro de su casa con ella en la ventana esperándome llegar, la podía presentir, y cuando llegaba a verla, su sonrisa...  ¡Rayos! He vuelto a pensar en ella, ¿por qué soy tan terco? ¿Por qué? Cambio de frecuencia.

He metido las manos a los bolsillos, he encontrado unas monedas, me pregunto de dónde han aparecido... Me gustaría poder ir a la playa y subirme a un barco, sería la primera vez que lo haga. ¿Cómo hubiese sido si hubiese nacido en otra era? Una muy atrás de esta, por supuesto. A veces creo que he nacido en la era equivocada. Lo que hubiese dado por nacer en la era de los héroes, los piratas y la magia. Me gusta ese libro de Juego de Tronos, ojalá hubiese sido yo un personaje de ese libro, hubiese sido un mercenario, el más temido, el más fuerte, sabría usar la espada y tendría mi reino, ni los dragones se atreverían a pelear contra mí... Ojalá hubiese sido uno de los personajes de Gabriel García Márquez, Florentino Ariza, por ejemplo. Creo que me asemejo más a él, solo que ya no estoy seguro de si Fermina Daza es quien creo que es. Seguro si lees esto, tú, sí, tú, dirás que no lo eres. Está bien, no importa, dilo si quieres... Sin embargo yo no puedo negar que tengo un amor, que estoy enamorado de ti. ¡Oh! Otra vez ella. ¿Por qué? Cambio de frecuencia.

Ya quiero que empiece el otro año. Este ciclo se ha extendido demasiado, hasta el 24 de diciembre, todo por culpa de unas elecciones... ¡Si de todos modos no votaré por nadie! Políticos estos, universidad estresante. 

Es raro que continúe con la... cosa esta pues. ya no tengo nada en mente. Es más, creo que ya debería dejar de escribir. ¡Estos carros que no dejan de sonar!

Tengo mucha tarea, no sé qué hacer.

Si tan solo... aunque sea un momento, así de pequeño, así no más, si tan solo tú... si tan solo tú pensaras en mí, como yo pienso en ti...