LAS MUJERES Y SU SEXTO SENTIDO
Jhazmín es una chica sorprendente, ha leído bastantes libros, más de los que yo he leído; tiene una facilidad increíble de grabarse párrafos de los que terminan gustándole, sufre de algunos miedos sin sentido, le encanta la película chilena 'Qué pena tu vida' y muere con las canciones de Leuzemia.
- Tú tienes algo... - Me dice, entrecerrando los ojos.
Su color favorito es el rojo, y siempre la he visto con algo rojo, un polo rojo, un pantalón rojo, aretes rojos, cartera roja, zapatillas rojas, ¡cualquier cosa como mínimo de rojo! Una vez cruzamos un puente en la Colonial con Universitaria, pasamos por arriba, a mí me fascina ese puente, y ella empezó a agarrarme con fuerza el brazo, y empezó a balbucear que en cualquier momento se cae el puente, tanto así que terminó echándole la culpa a la municipalidad, su ineficiencia y cosas así. Yo solo la consolaba, no seas mongola, le decía. En su celular tiene todas las canciones de Leuzemia, un grupo de rock peruano, su canción favorita es Yo pienso en ti, y la he escuchado con ella tantas veces que ya me aprendí la letra y juntos hacemos un dúo karaoke en las calles, ¡hasta un polo de Leuzemia tiene! Me encanta ese polo porque le queda apretado y resalta su figura y... ay, joder, acabo de suspirar.
- Lo siento, es solo que estoy sobre pensando las cosas...- Respondí mientras la abrazaba por la espalda y le daba un beso en el cuello, a ella le gusta que haga eso.
A menudo me repite frases precisas de los libros que ha leído en momentos de nuestros días, y eso me fascina, me intriga la capacidad de relacionar todo lo que vivimos con esas historias leídas, pues yo suelo hacer lo mismo, solo que no me he grabado tantos párrafos como ella. Ha visto un millón de veces esa película chilena, 'Qué pena tu vida', y me ha obligado verla con ella. ¿Alguien muere? Le pregunté antes. No, no seas tonto, me dijo. Ah, entonces no, además son chilenos, respondí. Ella dijo, ¿y si lo vemos en tu cuarto? Yo le respondí, Ahora que lo pienso, los chilenos son buena onda. Y quedamos en un día para verlo, ese día compramos canchita, la freímos juntos y la quemamos, preparamos refresco, alistamos las almohadas, apoyó su cabeza sobre mi pecho y vimos la película. De rato en rato la escuchaba decir los diálogos de los personajes y ¡venga, mujer! Si me vas a hacer mirar una película no me adelantes lo que vendrá, odio eso. Puso su cara de poto y no volvió a hacer bulla otra vez. Mongola, ven, le dije, mientras le besaba el rostro, los labios, la abrazaba y la atraía hacia mí. Estuvo buena la película, no hay nada que reclamar, pero más me gustó el final entre Jhazmín y yo, nos quedamos dormidos. Habíamos quedado en que lo haríamos cuando los dos lo quisiéramos, y aunque tenía ganas y ella también, ese día no lo quisimos del todo, pues la película esa me hizo pensar en otra persona, y ella lo percibió. Fue cuando le conté todo, se sentó al filo de la cama, bajó la mirada y solamente me escuchó. Cuando terminé me dijo lo que me dijo, y recordé la película, lo que Ángela le dijo a Javier.
- Ya habíamos conversado de eso, José, ¿qué ha pasado? Dime.-
No nos vimos por unos días, ni nos mensajeamos ni nada, hasta el día 24 cuando vino a verme y salimos a conversar. Le conté sobre el blog, le expliqué otras cosas, e intenté hacerle reír como las otras veces, y lo logré. Aproveché para dejarle algunas cosas en claro, para prevenirle y solicitarle mucha paciencia. Aún me faltan algunas cosas por decirte, también, José, pero no ahora, ¿está bien? Dijo ella. Acepté.
- Maldito tu sexto sentido. Es ella...- Le dije, la solté y me senté.
Siempre nos veíamos los fines de semana, escuchábamos algunas canciones de Leuzemia y otros grupos de rock peruano, hacíamos un mini pogo mientras cantábamos, y cada vez que escuchábamos a Cuchillazo nos decíamos al estilo 'causha' ¡Y dale U! Ella y yo somos crema, por cierto. Ahora que lo pienso, le invitaré a ver una serie que me gusta mucho, y quizá se anime también a mirar animes. Ya estoy alucinando. Jhazmín me gusta mucho, es divertido estar con ella.
- Estás haciendo lo mismo que ella, estás dejando que tu pasado se interponga entre los dos y vamos a terminar mal, José, ¿acaso no lo entiendes? Tú no eres tonto, sabes eso. Después de esto, ¿qué? - Estaba molesta, reconozco cuando está molesta.
- Solo estoy pensando, Jhaz, y no es que te lo esté ocultando. Te he contado cómo ha sido y cómo es, y te he sido franco al decirte que todavía la quiero, no me he quedado callado ni lo haré si me preguntas más cosas, porque no te quiero ocultar nada, porque eres importante para mí, y tú también sabes eso, sabes qué tipo de hombre soy, y aunque digas que no me entiendes, lo haces.-
- ¿Y con qué derecho te pide aquello? -
- No lo sé, solo no quise contestarle, yo te conquisto a mi manera, Jhaz, nuestra relación es diferente, tú eres diferente. Con ella fue especial, sí, no lo niego; pero lo fue para mí, porque ella, conociéndola, capaz lo hizo con otros 'solo para olvidarme'. ¡Esa es su excusa! Pero cuando lo hago contigo es para enamorarte. ¿Notas la diferencia?-
- Pero José...-
- Quédate tranquila, Jhaz, yo estoy contigo, solo tenme paciencia, por favor.-
- ¿Y lo último que escribiste?-
- Tampoco lo sé, fue por inercia todo eso. Cuando me di cuenta ya lo había hecho, y me gustó lo que escribí, y lo puse en el blog.-
- A veces me caes mal cuando hablas de una manera tan despreocupada.-
- Ven, Jhaz, cantemos una canción que te va a gustar, es de YanKenPunk, ¡y más cuando veas el video!-
'¡Si te vas... ya no habrá... esos fines de semana con quien ir a huevear!'
- Tienes unas formas tú... de ponerme la piel de gallina, José.-
- Calla, mañosa. Ya es muy de noche, te llevo a tu casa, pero antes, dame un beso con amor.-
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