HOLA
Oye, niña, ya no me visitas. Hoy fue un magnífico día, ¿sabes? Salí temprano de casa a la universidad, llegué a tiempo para la clase, participé y resolví con esmero los problemas propuestos. El profesor creo me va a aprobar, él vio que estuve luchando por aprobar un examen todo este ciclo, y por fin lo hice. Ya voy dos exámenes aprobados, y a eso, le sumo el proyecto que hice y que ya salió. ¿Sabes que es por fin el primer proyecto que me sale hecho por mi cuenta? ¡Yo lo hice! Estoy orgulloso de mi trabajo y mi mente. Cuando escucho esos sountrack, esas de películas épicas, aumenta mi concentración. Además, en Física Moderna creo que aún hay esperanza de aprobarlo. Susti, con fe. Física III también está complicado. Alucina que estoy llevando 6 cursos este ciclo. Ya tengo asegurado un curso, faltan cinco. Yo puedo, con fe. Fui a comer a 'La cabañita', un restaurant cerca de mi universidad donde dan un plato de comida riquísimo, y lo importante, es que sirven harto. Oye, ¿estás comiendo a tus horas, no? ¿Sabías que la velocidad de la luz es aproximadamente 30 millones metros por segundo? Algo así voy en todo el día, pero siempre choco con el pensamiento de qué estarás haciendo, y después vuelvo a la carga. He llegado a casa, tranquilo, satisfecho, con muchas ganas de resolver los problemas de Ecuaciones diferenciales, pero de nuevo pensé en ti, y no sé por qué, pero se me dio por revisar las conversaciones que teníamos. Pensé muchas cosas, incluido el 'puta madre, ¿por qué no me di cuenta de esto?' Oye, me he dado cuenta, ahora con la cabeza más fría, que soy un idiota. Si ya no se puede más esto no es por tu culpa, sino la mía. No acepto la realidad como es sino que quiero amoldarlo a mi manera, aunque lo esté echando a perder, y peor, te quiero obligar a hacerlo también. En mi cabeza pasa la idea de ¡que se haga no más! Si sale mal, ya veremos qué hacer. Eso es ser idiota. Aprovecho para escribir esto porque, digamos, estoy en Stand By, mi mente solo piensa en resolver un problema de Ecuaciones diferenciales que aún no he podido resolver. Oye, por si acaso algún día se nos ocurra volver a intentarlo, compra un buen libro de matemática y oblígame a resolver los problemas propuestos, así no estaré pensando en otras cosas que afectan mi estado de ánimo. Soy complicado, peor que mujer creo. Cuando estoy en un estado idiotizado, no pienso muy bien, y paso desapercibido las cosas importantes. Oye, tú eres más inteligente que yo. Yo soy el cotidiano, tú no. Leí sobre eso en una página de internet, algo vago nada más porque después me puse a investigar para hacer mi proyecto. Todo este tiempo he sido un egoísta, solo he pensado en mí, no hice lo que siempre suelo decirle al resto, practicar empatía, ponerse en el lugar del otro. Yo... yo soy muy agresivo, yo creo que la mejor forma de defenderse es atacando, neutralizar al enemigo, intimidarlo. Aún cuando no puedo ganar termino ganando. Ojalá hubieses visto alguna vez ese estado de ánimo, ¿o quizá ya lo viste? De verdad te amo, niña, pero soy todo un problema de matemática que no entiendes ni te dan ganas de resolverlo. ¿Cuántas veces más te pediré perdón? ¿Cuántas veces más te diré que te vayas de mi lado? ¿Cuántas veces más te diré que te amo? ¿Cuántas veces más? Ya se acaba noviembre, ya en dos días cumple un año Pinina, ya se acaba el ciclo en la universidad, y no te he visto desde julio. Iré... a verte... de lejos... No te vas a enterar, después de todo, ya no lees el blog. Oye, por cierto, sobre lo último, nada era cierto. Después de enviártelo, me dije que ojalá no lo hubiera hecho, me gustaba que comentaras, y si te bloqueé solo fue para no recibir una respuesta que alargue la conversación. En fin, cosas que hago en modo idiota. Me gustaría poder besar tu enorme frente, morena, pero... está bien, que te vaya bien.
Mañana será un nuevo día. Mañana te amaré de nuevo. Mañana te pensaré tanto como siempre. Mañana quizá me enoje contigo. Mañana te desearé tanto otra vez, voy a querer besarte, abrazarte, pegarte a mi cuerpo y levantarte del suelo con mis brazos y llevarte hasta mi cama, morderte todo el cuerpo y desvestirte, acariciar tus pechos, chuparte esa concha que tanto me gusta hasta que te mojes toda y hacerte el amor de tantas formas posibles y morir en tus brazos, hacerte mía, aunque me disparen tantas veces como se pueda, hasta destrozar mi espalda a latigazos por aquellos que nos prohíben amarnos, pero nunca te soltaré porque eres mi vida. NUNCA.
Comentarios
Publicar un comentario
No te olvides compartir :) ¡Saludos!