PAZ, AMOR Y MALOS ENTENDIDOS
Hace unos cuantos años me gustaba pensar que era un hippie de los años 69. Después me di cuenta, al conocer más sobre esas culturas, que no tenía nada de nada que me caracterizara como tal. Era un hippie que gustaba del rock, de las tocadas y el pogeo. Era un hippie que comía carne asada y bistec a la inglesa. Era un hippie que vivía en la ciudad caótica de Lima y que estudiaba para ser universitario. Era un hippie que vivía en constante pelea con el mundo, un hippie con los puños en alto dispuesto a pelear por cualquier cosa. Era un hippie que se proclamaba pacifista pero disfrutaba de las películas de muertos vivientes que comían personas y la sangre y las tripas y los miembros arrancados de sus cuerpos y soñaba con un mundo ideal así. Llegué a pensar que mi vida estaba en total contradicción, y por más que trataba de arreglarlo mi lado conflictivo hacía eso, un conflicto, y alejaba de mi lado a las personas que me querían, y me hacía pensar que estaba discutiendo con quien tan solo quería arreglar las cosas conmigo. Ese entonces yo solía pensar, ¿tengo que olvidar, simplemente?¡es que no es un globo que solo se tiene que soltar y se va volando! Y, ahora, actualmente, creo que no es soltar ese globo, sino que tengo que soltar la bolsa de arena que impide que el globo me lleve volando. Oigan, estoy enamorado, y pensar que estoy enamorado me mantiene cuerdo. ¿Ella? No lo sé, está bien, eso es suficiente. Ella no es la bolsa de arena que tengo que soltar, mis pensamientos lo son. Ella es el globo que alguna vez pudo hacerme volar, pero como se ha desenvuelto la historia hizo que la soltara y me puse a arrastrar todo ese peso que yo mismo creé. En ese inmenso verde mundo, la vi a ella elevando otros sueños, y sonreía, estaba diferente. Me dolía en el pecho, tengo que ser sincero, y empecé a pensar muchas cosas, cosas que no tienen caso ser mencionadas, pero después, luego, al verla de la forma en que solía mirarla, la noté realmente distinta, y no pude adivinar nada en su facciones, la perdí por completo. Oye, me dije, no te desanimes, ella está bien, ¿no es eso lo que cuenta? Tú también estás bien, ahora estás molesto, ¡no te conoceré! Pero en el fondo sabes que todo estará bien, ahora hay dos quienes la vigilan, solo que tú... bueno, tú tienes que adaptarte.
Hoy es 27 de noviembre, hoy como a las 6 de la tarde llegó a nuestras vidas una linda perrita que le regalé, a la cual la bautizamos con el nombre de Pinina. Ambos la queremos de la misma forma, solo que ella más y mejor, porque ella se encargó de ella hasta los últimos días de nuestra relación y la siguió cuidando en la tormenta de estar juntos y con el mismo amor y quizá más vela por Pinina con el mismo entusiasmo de antes ahora que no está conmigo. Ella es increíble. Felicidades por tu cumpleaños.
Todo está bien por acá. Ya estoy corriendo otra vez, a algún lugar llegaré, de eso estoy seguro. Todo se acaba... pero, no os preocupeis, tengo mucha reserva de amor todavía, mucho.
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