KARLA

21/11/2014:
Mi nombre es Karla, aunque, por supuesto, eso ya te lo sabes.* ¿Me permites escribirte de nuevo? Hace tiempo que no converso contigo, y es que te has alejado tanto... Perdóname por lo que te hice pasar, pero ya sabes cómo soy, a veces no me puedo contener, y sigo sin contenerme, y si te escribo esto no es porque esté arrepentida, sino porque te extraño, en cierto modo lo hago. ¿Jorge? Él dónde estará ahora, hace tiempo que no nos vemos. Yo sé que era un buen amigo tuyo, y que lo que pasó entre nosotros no debió haberse dado. No me perdones si no quieres, ya sé que no te lo merecías, eres un tipazo, ¿sabes? Y es por eso que no te puedo olvidar, eres el niño bueno de esa novela que leímos a medias, y claro, yo nunca cubrí el papel de la niña mala como quise tanto serlo, ¿verdad? Tú me lo decías, 'te falta mucho para que seas como la niña mala'. Pero ciertamente, no es que me faltara mucho, yo era peor, una pusilánime. La niña mala nunca le hubiera hecho al niño bueno eso que te hice . Tú me enseñaste tantas cosas, a pesar que yo era de más mundo que tú. Podría decirse que yo te inserté el chip, y tú desarrollaste los algoritmos de lo placentero y me enseñaste cosas. 
¿Recuerdas aquellos tiempos? Tuvimos sexo en el carro, al fondo de los asientos, y nadie se dio cuenta. Yo temblaba de miedo, pero me excitaba que me tocaras ahí abajo. Yo no lo olvido, no olvido tus manos deslizándose por mi pecho, poniendo el sostén a un costado y apretándome levemente los pezones. Eres el perfecto cochino de mis fantasías. Una vez quise hacerlo con alguien más, pero era un tonto, no sabía qué hacer, no era inteligente para disimular. Me gustaría poder verte otra vez, un 'remember', ¿sabes? ¿Aún sigues con la chica que me contaste? Te enamoraste bien, por lo visto. Ojalá ella no se haya acostado con tu amigo. Lo siento.

13/06/2015:
Extraño tu boca, tu lengua, esa lengua juguetona. Conocí hombres que lo hacían fenomenal, pero eran egoístas, más pensaban en su placer, en meterla y meterla como si fuera yo qué. No hay esa magia, esos chistes tontos en medio del sexo que me hacían reír, y que sin saber cómo me excitaba mucho más. Esa lengua que recorría mi cuello, esas manos que cogían mis nalgas, esos dedos metiéndose por todos lados, las ganas tuyas de querer hacer cosas locas, nuevas, ricas y excitantes... No solo en eso eras bueno, también con las cosas directas, claras, sin rodeos. O esto o lo otro, O sí o no. Blanco o negro. Luz u oscuridad. Para cosas serias no hay peros que valgan. Por eso decidí irme con Jorge. No lo quería ni un centímetro de lo que te quería a ti, pero tampoco tenía cara para pedirte quedarme contigo, que me perdonaras. Me dijiste tantas cosas feas, y por más que lloraba en silencio no te apiadaste de mí. Ya sé que no hay excusa, ya sé que te mentí, que te hayas quedado con esa marca en el corazón, pero... Acabo de lagrimear. Lágrimas de cocodrilo, dirás, como lo dijiste ese momento. Jorge salía de la ducha, yo le había escuchado entrar, y los gemidos de esa chica al costado del cuarto me excitaban mucho, y tú no estabas, tenía que desfogar un poco, por eso lo hice, no sabía que el puto de tu amigo se lo iba a contar a los babosos de tus amigos. Debes de pensar que soy una sinvergüenza, una cara dura, que no tengo sangre en la cara. Insúltame, dime todo lo que quieras, pero no cambia el hecho que de verdad lo siento, que te extraño, que quiero verte. He cambiado, te lo juro. Fue como me lo dijiste, ninguno me ha tomado en serio. No sabes cómo me jode que hayas tenido razón. 

09/11/2015:
La vez que te vi, ese nueve de noviembre como hoy, ¿por qué no quisiste hablarme? Tu amigo Javier supo lo que pasó, ¿por qué le constaste? Él fue quien me dijo que estabas con otra chica, que estabas feliz con ella. ¿Es la chica a quien escribes en tu tonto blog? Lo he visitado un par de veces. Ya me enteré que terminaron. ¿Por qué terminaron? Tú eres medio loco, y celoso, y no eres de los que dejan las cosas a medio andar. Tenías miedo que te mintieran otra vez, ¿verdad? ¿Soy yo la culpable de eso? La cosa es que ya terminaste esa relación. Entonces no hay problema si nos vemos. Por eso he decidido enviarte este mensaje. Contéstame por favor. Sigo viviendo por Independencia, pero a dos cuadras más arriba del mercado. Tengo muchas cosas que contarte, muchas cosas que quiero hacerte. Ya son tres años que no te veo...
Te quiero mucho, José. 


-------------------------------------

Hola, Karla, pondré esto en mi blog a modo de respuesta, y la respuesta es esta: algún día, si se me antoja, iré. Jorge es un huevón, me da lo mismo. Eres linda, Karla, pero puta. Ya no vivo por Habich, me mudé hace tiempo, lejos. Que haya terminado o no con esa chica, no te incumbe. Revisa bien el tonto blog, que alguna de esas historias te parecerá familiar, solo que en vez de Jorge decidí ser yo. De todas formas, por una parte se lo agradezco, porque siempre que me imagino algo parecido te pienso y me digo: "De la que me salvé". ¿Perdonarte? Ni que fuera el santo cachón, jajajaja. No vale la pena ningún nuevo intento de amor, al menos no por ahora. Que te vaya bien, y ojalá te mueras. Adiós.



Comentarios

Entradas populares de este blog

ISABEL

CREO QUE YA TE FUISTE, Y NO ME AVISARÁS

CONVERSACIONES